15 de junio de 2016

Escoliosis y tratamientos

Tratamiento de la Escoliosis en RPG (continuación...)

PH.-E. SOUCHARD

LAS POSTURAS



Las dos posturas que realizamos durante una sesión de R.P.G. son establecidas por la tabla de elección de postura. Esta elección debe efectuarse antes de cada sesión. Siempre que sea posible, es conveniente realizar una postura en decúbito (que permitirá un mejor modelaje manual) y una postura en carga (para una mejor propioceptividad). La rana al suelo, la rana al aire, la postura sentada y de pie en el centro, son las más adaptadas a la escoliosis. La postura de la bailarina sólo se utiliza excepcionalmente.

Dentro de las posturas en decúbito, mientras que el cierre de brazos está siempre indicado, la abertura dependerá del test de reequilibración.

LA TRACCION AXIAL

Es esencial. Siendo nuestros músculos estáticos en un 90% longitudinales (particularmente los espinales), la corrección debe realizarse asimismo con un 90% de tracción axial, sea cual sea la importancia de las desviaciones laterales.

Dentro de las posturas en decúbito, cualquier bombeo, a nivel dorsal, sacral o nucal debe ser lo suficientemente prolongado como para obtener el efecto de decoaptación articular y de puesta en tensión de los músculos deseados. El desarrollo de la sensibilidad manual es fundamental.

En los adolescentes delgados, es necesario practicar las posturas en descarga sin toalla y apoyar el borde posterior del occipital en el extremo de la camilla. A la espera de la comercialización de un cabezal más sofisticado, un rodillo de espuma aislante de tuberías asegura un apoyo confortable.

TRATAMIENTO EN POSTURA DE RANA AL SUELO Y RANA AL AIRE

La corrección de la escoliosis, el pilotaje del centro.

- El tratamiento empieza con la colocación exacta de las alzas de des-rotación y con el apoyo del occipital del paciente sobre el borde de la camilla.
- El pilotaje de la espiración desde el inicio de la sesión es esencial, y condiciona la aptitud personal del sujeto para mantener las correcciones. Los «puntos de inspiración» a nivel de la zona número.
1.- En caso de lordosis dorsal, a nivel de la zona 
2.- Oblicuo mayor para corregir la convexidad dorsal o dorso-lumbar, son habitualmente indispensables. Debemos recordar que la participación activa del paciente no tiene interés si no se acompaña de una intención clara: recrear la cifosis dorsal, delateroflexionar y desrotar la curva. dorsal.

- Las primeras insistencias manuales del terapeuta durante la espiración permiten las primeras correcciones de curvas a nivel dorsal.
- La tracción axial. Ésta debe ser siempre más importante y más constante que las correcciones laterales o en desrotación. Empieza con el bombeo de las dorsales y la tracción de la nuca.

- Continúa con el bombeo asimétrico del sacro. Todavía en ese momento la tracción axial representa el 90% de la corrección; la delateroflexión y la desrotación de las vértebras lumbares sólo constituyen un 10% de la misma. El ala iliaca situada en el lado de la convexidad se apoya sobre las alzas, la altura de las cuales ha sido elegida en la reequilibración.


La armonización
- Debemos conservar siempre sus dos principios fundamentales:
. insistir sobre lo que esté en retraso dentro de la progresión.
. insistir más particularmente sobre los puntos considerados esenciales durante la confección de la tabla de elección de postura.

- Las compensaciones. Si la corrección inicial de la escoliosis ha sido realizada correctamente, éstas son considerables: cabeza en posición de «jesús» o de «esterno», hombros elevados y enrollados, pelvis en rotación, asimetría ocasional de los miembros inferiores.

- El mantenimiento de las correcciones de la escoliosis. Se realiza alternando el trabajo pasivo mediante la acción manual, y el trabajo activo a través de la contracción sectorial de los abdominales del paciente a nivel torácico. En caso de escoliosis lumbar grave, la contracción del oblicuo menor del lado de la convexidad es desgraciadamente insuficiente para mantener la corrección.
Su inserción superior situada a nivel de las cuatro últimas costillas, hace que su acción sólo sea realmente eficaz a nivel D9, D10, D11, D12. Será necesario por tanto mantener con una mano la delateroflexión y la desrotación lumbar, al tiempo que la otra mano insiste sobre la delateroflexión y la desrotación inversa de la pelvis.
En ese instante el sujeto debe hacerse cargo de mantener la corrección
de la escoliosis dorsal mediante el tiempo espiratorio número 2, oblicuo
mayor.

El retorno a las tracciones axiales a nivel del occipital y del sacro, así como los bombeos, deben rehacerse tantas veces como sea necesario para garantizar que todas las correcciones se realizan siempre en tensión. 

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